Giorgio Agamben / El trabajo y la vida

Filosofía

A menudo se elogia la Constitución italiana por haber puesto el trabajo en su fundamento. Sin embargo, no solo la etimología del término (labor en latín designa un sufrimiento angustioso), sino también su adopción como consigna de los campos de concentración («El trabajo hace libres» estaba escrito en la puerta de Auschwitz) habrían debido advertirnos contra una concepción tan imprudentemente positiva. Desde las páginas del Génesis, que presentan el trabajo como castigo por el pecado de Adán, hasta el pasaje tantas veces citado de La ideología alemana, en el que Marx anunciaba que en la sociedad comunista sería posible, en vez de trabajar, «hacer hoy una cosa, mañana otra, ir a cazar por la mañana, pescar por la tarde, criar ganado al anochecer, tras la comida criticar, según surja el deseo», una sana desconfianza hacia el trabajo forma parte integrante de nuestra tradición cultural.

Giorgio Agamben / Ciencia y felicidad

Filosofía

A pesar de la utilidad que creemos obtener de ellas, las ciencias no pueden hacernos felices, porque el hombre es un ser parlante, que necesita expresar con palabras alegría y dolor, placer y aflicción, mientras que la ciencia, en última instancia, tiene como objetivo un ser mudo, que sea posible conocer en número y medida, como todos los objetos del mundo. Los lenguajes naturales que los hombres hablan son, al límite, un obstáculo para el conocimiento y, como tales, deben ser formalizados y corregidos, eliminando como «poéticas» aquellas redundancias a las que, en cambio, prestamos atención principalmente cuando expresamos nuestros deseos y pensamientos, nuestros afectos como nuestras aversiones.

Eric Kenney / Burbuja de género: Algunos puntos de Judith Butler explicados a través de un pez payaso sexualmente ambiguo

Ciencia, Filosofía

En los peces payaso de la subfamilia Amphiprioninae, el desarrollo sexual está determinado por la jerarquía social en un arreglo conocido como hermafroditismo secuencial. En este sistema, la hembra solitaria del grupo ocupa el rango más alto de la jerarquía. El macho más grande, y por tanto compañero de la hembra, es el siguiente en la línea. Este macho es seguido en rango por un número adicional de machos más pequeños. Si en algún momento la hembra abandona el grupo o muere, el macho de mayor rango experimenta una transición del desarrollo sexual de la hembra y se aparea con el siguiente macho de mayor rango [1].

Sergio Espinosa Proa / Del primer Deleuze

Filosofía

El presente artículo aborda las primeras obras de Gilles Deleuze desde el ángulo que a él mismo le han merecido. Utiliza los textos, prólogos y entrevistas aparecidos en La isla desierta y otros textos (1953-1974), para proponer un comentario cuyo interés de fondo es la pregunta por la filosofía cuando a esta, sin ignorarlas, no le da por imitar a las ciencias positivas ni se presenta como sustituto de la religión.

Maria Constanza Ferreira / Lattice

Arte, Ciencia, Cine, Música

En Ficción de la razón presentamos el microfilm Lattice de la artista Maria Constanza Ferreira. A través de «Ondas iridiscentes, jardines geométricos y dunas de arena en espiral que se encuentran en los paisajes de la estructura microscópica de un cristal» Ferreira nos muestra parte de ese mundo invisible, mundo de patrones inexplorados que sin embargo se encuentran en presentes en el movimiento constante del cosmos.

Giorgio Agamben / Sobre el fin del mundo

Filosofía

El tema del fin del mundo ha aparecido varias veces en la historia del cristianismo y en cada ocasión han comparecido profetas anunciando como próximo el último día. Es extraño que hoy esta función escatológica, que la Iglesia ha dejado caer, haya sido asumida por los científicos, que se presentan cada vez más a menudo como profetas, que predican y describen con absoluta certeza las catástrofes climáticas que conducirán al fin de la vida en la tierra. Singular, pero no sorprendente, si se considera que en la modernidad la ciencia ha sustituido a la fe y ha asumido una función propiamente religiosa -es, en efecto, en todos los sentidos, la religión de nuestro tiempo, aquella en la que los hombres creen (o, al menos, creen que creen).