¿Qué es una lengua que no comunica nada? Diremos que hay, a menos dos opciones, muy en boga hoy. Una sería el vaciamiento de la lengua, que nos hace decir palabras que ya no significan, porque no se sostienen en ninguna apelación a la verdad. Declararse demócrata, republicano, pacifista o «consciente del problema» ya no implica ni relación con una ética ni con una intención, por más que se redacte en 280 caracteres pareciendo muy importante el anuncio. Un gran influjo de vaciamiento se desplaza así por la lengua, las lenguas. Pero hay una segunda fuerza de vaciamiento que recibe tributo, por cierto de todas las «redes sociales», al tiempo que las hace posible. Se trata de una enorme episteme que ha convertido al mundo en información. Las estrellas son información, mis movimientos son información, mis likes por supuesto, la música que escucho, las transacciones bancarias, los pobres en mi ciudad, los niños aniquilados en Gaza, pura información, es decir, vaciamiento de cualidades para alcanzar la mínima expresión en vistas a su utilidad.
Redes sociales
Giorgio Agamben / Cuando lo falso se convierte en verdadero
FilosofíaMe han dicho que Facebook tiene uno o varios perfiles a mi nombre y con mi fotografía, en los que se publican textos y fotos y se intercambian amistades, aunque no estoy seguro de lo que eso significa. Estos perfiles son falsos y no soy en absoluto responsable de ellos.
Pietro Montani y Marco Maggi / Refigurar para autenticar
Ciencia, Filosofía, PolíticaMarco Maggi: L’immaginazione intermediale (La imaginación intermedial), un ensayo de 2010 que acaba de reeditar Meltemi, se abría con un análisis de las imágenes de la masacre de Beslán, ciudad de Osetia del Norte donde, tras un atentado terrorista y la posterior intervención de las fuerzas especiales rusas, murieron 386 personas, 186 de ellas niños. En esas páginas, usted razonaba sobre la mediación estética adoptada para hacer frente a la necesidad de testificar o, en sus palabras, sobre la «refiguración» puesta en marcha para «autentificar» las imágenes. Más de una década después, en el mismo cuadrante geopolítico, la guerra se libra, con una intensidad sin precedentes, también en el terreno de las imágenes. Las atrocidades cometidas contra la población civil ucraniana rebotan de un rincón a otro de la red, exhibidas para despertar la indignación y la intervención o descalificadas sistemáticamente como falsas.
