Salvatore Spina / Cultura de derechas hoy

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El año, ya próximo a su conclusión, ha registrado, en el ámbito de las ciencias filosóficas, algunas publicaciones interesantes sobre el tema del fascismo.

En el mes de septiembre Roberto Esposito, probablemente el filósofo político más importante dentro de la Italian Theory, publica para Einaudi un volumen intenso, titulado Il fascismo e noi. Un’interpretazione filosofica. En estas páginas el filósofo napolitano da forma a una interpretación completamente particular del fascismo italiano y de los fascismos en general, poniendo de relieve cómo el análisis histórico del fenómeno fascista es necesario pero no suficiente para captar hasta el fondo su alcance epocal. Solo las herramientas de la filosofía son capaces de comprender plenamente cómo «el fascismo no es un régimen, un movimiento, una doctrina —o mejor, que es todo esto, pero ante todo es una máquina metafísica que puede definirse “generativa” en cuanto capaz de generar sus propias condiciones de existencia y expansión» (Esposito 2025, pp. XII-XIII).

Maurizio Lazzarato / ¡Combatir la máquina genocida! Repensar el dos, la división, la revolución

Filosofía, Política

¡El neoliberalismo nunca ha existido!

El paso del fordismo al llamado neoliberalismo se produce a través del despliegue de la «potencia de lo negativo», ejercida no por individuos —como querría el liberalismo— sino por Estados, instituciones, monopolios, grupos sociales, partidos políticos, fuerzas militares, etc. La afirmación de un nuevo sistema económico‑político‑militar se realiza ante todo a través de la destrucción: negación de las clases tal como habían salido de la Segunda Guerra Mundial (tanto las clases revolucionarias del Sur del mundo como las comprometidas en luchas más reformistas, pero también las clases dominantes de inspiración keynesiana); negación de los dispositivos económicos de los «treinta años gloriosos» (el funcionamiento de la moneda, del salario, del welfare, de los servicios públicos, etc., según los principios keynesianos); negación de las instituciones de aquella época, en particular de la democracia, juzgada incompatible con el capital; negación de la cultura del «compromiso» instaurada en la posguerra.

Solo recordamos aquí algunas fechas «simbólicas» (y los acontecimientos que se les vinculan) de este proceso al mismo tiempo de negación y de afirmación, describible como una larga serie de decisiones, amenazas, intimidaciones, chantajes, guerras civiles, imposiciones unilaterales fundadas en la fuerza del imperio estadounidense. A diferencia de la transformación en curso, de la revolución conservadora de los años setenta y ochenta tenemos todos los documentos necesarios para hacer un balance de su desarrollo y podemos constatar fácilmente que se trata de la matriz de nuestro presente.

Rodrigo Karmy Bolton / «Ven-seremos»

Filosofía, Política

Alguna vez Roberto Matta, escribió la expresión “Venceremos” pronunciada por la izquierda de los años 60 y 70 en la forma “Ven-seremos”. La modificación escritural no puede ser leída como un simple juego de palabras, aunque lo sea. Como sabemos, Matta no era más que un niño juguetón. Al desplazar “venceremos” por “ven-seremos”, Matta subvierte la gramática con la que frecuentemente la izquierda hablaba: el léxico de la hegemonía. En su gesto, Matta desarticula el “venceremos”, en el entendido que ya no funciona como una expresión que defina a una obra que orienta sus esfuerzos a la conquista de un territorio para así incrustar la bandera roja sobre una burguesía vencida. El “venceremos” será el mandato orientado a la realización de una obra. Sin embargo, la subversión operada por Matta, trastoca tal gramática y nos abre al “ven-seremos” que ya no designa la obra de una conquista sino el afecto de un común. “Ven” invita a otro sin el cual no podríamos “ser” –dice la nueva expresión. Por eso, el “ser” aquí comprometido no es el término unívoco de la metafísica, sino uno atravesado por otro que siempre lo compone. Así, el “ser” no calza consigo mismo, y no puede ser “uno” sino siempre múltiple.

Julio Cortés Morales / ¿Al fascismo sabremos vencer?

Filosofía, Política

(Penúltimo capítulo de La religión de la muerte, Postscriptum sobre viejos y nuevos fascismos, Editorial Tempestades, 2023).

Entramos a la última parte de este libro, haciendo ver que en octubre del 2022 se cumple el centenario del ascenso al poder de Benito Mussolini, y que en las elecciones de fines de septiembre la gran ganadora fue su admiradora Giorgia Meloni, militante desde los 15 años en la juventud del explícitamente neofascista Movimiento Social Italiano y actual dirigenta del partido Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), que varios identifican como estando a medio camino de la derecha populista radical y el posfascismo, quedando a pasos de convertirse en la primera mujer jefa de gobierno de la historia italiana[1].

Hemos dedicado bastante tiempo y espacio a discutir sobre los viejos y nuevos fascismos, y se necesitaría un libro aparte para referirse al “antifascismo” con todo el detalle y atención que se merece.  Pero es necesario abordar, aunque sea a grandes rasgos, la cuestión de cómo combatir a la reacción en general, y al fascismo en particular, a la luz de la experiencia histórica de estos 100 años. Amadeo Bordiga, que ha sido acusado de menospreciar los riesgos que representaba el fascismo en el momento de su aparición[2], señaló alguna vez que “el antifascismo es el peor producto del fascismo”. En tiempos como los actuales en que ser “antifa” es una identidad, una frase como la de Bordiga resulta incomprensible, si es que no abiertamente reaccionaria. Un aporte clave para comprender estas posiciones comunistas no oficiales es el breve texto del periódico de la izquierda comunista italiana Bilan, publicado en el exilio belga en el año 1934 y titulado contundentemente como “El antifascismo: fórmula de confusión”[3]. En efecto, nos dicen estos camaradas, el antifascismo “idealiza la confusión” y “se da como tarea agrupar a todos aquellos que están amenazados por el fascismo en una especie de ‘sindicato de los amenazados’”.

Aldo Bombardiere Castro / Jara y Kast: la izquierda ante un escenario neofascista

Filosofía, Política

Al parecer hemos llegado a un punto muerto a nivel planetario. Un punto donde la vida misma, los mundos, los cuerpos y la imaginación parecen quedar subsumidos por la transparencia e infinitud de las redes algorítmicas y de las estructuras y flujos de dominación que de ellas emanan. Redes, por cierto, que han sido extendidas por la cibernética y los dispositivos de control, autoritarismos, supremacismo y diversos modos de extractivismos, dando cuenta de una nueva ola de aceleración, crecientemente neofascista, del sistema productivo del en su fase financiera neoliberal. Nada de esto, por cierto, escapa a la realidad nacional.

Las elecciones presidenciales de las próximas semanas poseen una significación especial. Por un lado, si hasta hace unos meses la victoria del neofascista de Kast era inminente mientras hoy yace en duda; por otro lado, podríamos decir que el triunfo de la lógica neofascista ya se ha efectuado, con todas las propiedades esenciales de un hecho consumado.

Gerardo Muñoz / La voz de la lamentación. Palabras en la presentación de The revolt eclipses whatever the world has to offer de Idris Robinson

Filosofía, Política

Obviamente para mi es emocionante participar en el lanzamiento del nuevo libro de Idris, ahora en su edición norteamericana, The revolt eclipses whatever the world has to offer (Semiotexte, 2025). Ya no me corresponde decir mucho más en torno al libro, pues me encargué de traducir y preparar la edición en español —con una ligera variación de algunos textos — que titulé, luego de conversaciones con los editores y el autor, Escritos desde la tierra baldía (Irrupción ediciones, 2025). Hace aproximadamente un mes y medio lanzamos el libro en Santiago de Chile, y sabemos que Chile, al menos desde el 2019, ha vivido un largo ‘Noviembre’ tras una serie de Convenciones Constitucionales fallidas y el aplanamiento brutal del timbre de la revuelta incluso por el coro del progresismo local. En cualquier caso, el título de la actual edición estadounidense tiene una afinidad directa con Chile, no solo por la inscripción de la revuelta de 2019, sino más superficialmente con una conversación que tuve con Idris en los meses posteriores a la revuelta de George Floyd, publicada en la ya inexistente Revista Disenso, una publicación que algunos compañeros chilenos sustentaron tras los ecos del estallido social. Esto significa que casi cinco años nos separan de su publicación, y quizás sea un buen momento de mirar en perspectiva. Pero, antes que todo, debemos agradecer a Idris este ejercicio valioso de reflexión que ha hecho que todo sea un poco más llevadero e inspirador, a pesar de las continuas derrotas e impasses. Y las que no paran de llegar. Por lo que simplemente quiero transmitir varios puntos que quizás puedan preparar el terreno para una conversación sobre los problemas que el libro nos propone, aunque no es mi intención pretender agotarlos.