Giorgio Agamben / El lugar de la política

Filosofía, Política

Las fuerzas que empujaban hacia una unidad política mundial parecían tanto más fuertes que las dirigidas hacia una unidad política más limitada, como la europea, que se podía escribir que la unidad de Europa sólo podía ser “un producto secundario, por no decir un residuo En realidad, las fuerzas que impulsaban la unidad resultaron ser tan insuficientes para el planeta como para Europa. Si la unidad europea, para dar lugar a una verdadera asamblea constituyente, habría presupuesto algo así como un “patriotismo europeo”, que no existía en ninguna parte (y la primera consecuencia fue el fracaso de los referendos para aprobar la llamada constitución europea, que, desde el punto de vista jurídico, no es una constitución, sino sólo un acuerdo entre Estados), la unidad política del planeta presuponía un “patriotismo de la especie y o del género humano” aún más difícil de encontrar. Como bien ha señalado Gilson, una sociedad de sociedades políticas no puede ser en sí misma política, sino que necesita un principio metapolítico, como lo ha sido la religión, al menos en el pasado.

Miguel Ángel Hermosilla / El imaginario oikonómico en el fantasma portaliano

Filosofía, Política

Comentario a El fantasma portaliano. Arte de gobierno y república de los cuerpos de Rodrigo Karmy Bolton, Ediciones Universidad de la Frontera, Temuco, 2022.

Frente a la muerte

Una erótica

La poesía, la invención, la imaginación.

La máquina portaliana del orden no se juega como una teología política monumental, sino más bien como una microfísica del poder, como una tecnología o “arte de gobierno” que la episteme molar de cierta historiografía conservadora no ha podido inteligir sino más bien glorificar en la figura personal de Diego Portales. Atendiendo a esta premisa podríamos pensar la textura misma del texto “El fantasma portaliano. Arte de gobierno y republica de los cuerpos”, de Rodrigo Karmy, como un ejercicio textual y genealógico que se excede a sí mismo, como un meta-texto que insistentemente impugna la constitución oikonomica1 , es decir, del gobierno del mundo , la potencia de los cuerpos y el deseo de los pueblos, que ha ido asumiendo en occidente toda forma de poder.

Mauricio Amar Díaz / El Estado policial del capitalismo contemporáneo

Filosofía, Política

En los últimos meses ha estado en boga, a propósito del caso del independentismo Catalán, la pregunta por la autonomía territorial. Pregunta y no demanda concreta porque no está del todo claro qué se entiende por tal y cómo en América Latina aquello puede ser interpretado. Al poco tiempo del plebiscito de Catalunia, las voces por la independencia de Rapa Nui surgieron con fuerza, así como también, obviamente, la de los mapuche, cuyos presos políticos se encontraban en plena huelga de hambre. El pueblo mapuche ha sido, en este sentido, el principal articulador de una demanda por la autonomía, existiendo diferentes interpretaciones que van desde el independentismo estatal al federalismo y la autonomía territorial bajo el paraguas del Estado. Las preguntas centrales, en esta situación, son qué rol juegan hoy los Estados y cómo una comunidad determinada puede construir un imaginario de pertenencia al interior de sus márgenes y, luego, qué ocurre cuando una comunidad no puede incorporar en dicho imaginario las aspiraciones de un Estado central, ya sea porque su modo de vida es diferente al punto de no ser aceptado, o debido a que sus símbolos culturales sean transterritoriales y su imaginario apele a la construcción de un nacionalismo territorialmente incompatible con el del Estado.